viernes, 22 de abril de 2011

Vigilia, Fer Sarquís

Ese día desperté. Abrir los ojos no fue un impedimento, desprenderme de lo que parecía un sueño eterno sí que lo fue, una fuerte resaca de una noche olvidada me imantaba a mis sábanas. Logré sentarme en la cama y mirar alrededor, seguía siendo otoño, siempre otoño... algo no andaba bien, ella no estaba allí. Es normal pensé... ella debe... tal vez ella... por que carajo no está en mi cama al despertar. Suspiré sin entender mucho y me levanté, lavé mis dientes y ahí lo vi, como piezas de un juego absurdo, su cepillo de dientes no reposaba junto al mío... pensé, pensé, recapitulé... todo esto me resultaba incomprensible. Mi computadora estaba prendida, yo semi-desnudo me senté frente a ella, no recordaba haberla usado, pero allí estaba ella, iluminando mi rostro con un cartel que decía "sus secretos han sido revelados." firmado por "equipo facebook". En el momento no reaccioné, no recordaba haber clickeado esa aplicación, pero claro... no recordaba nada de mi noche...
Me levanté de un salto, me cubrí con la sábana que me advirtió de no despertar y salí de mi departamento, si lo pienso ahora lo veo como una actitud exagerada, podría haberme vestido y hasta tener la decencia de pegarme un baño, pero se me tiene que saber entender, algo estaba pasando y en el momento parecía terrible. Detengo en ascensor con las manos e ingreso, los perros de mi vecina me ladraban, ella me acusaba de exhibicionismo, acoso sexual y otras sentencias nefastas provocadas por mi vestir, reclamos que no entraban por mis oídos... tengo que encontrarla pensé... corrí por la calle, escuché la carcajada de un viejo amigo, un pobre perdedor que no veía desde el secundario, ese imbécil me señalaba la entrepierna y no paraba de reírse... ahí lo supe, era verdad... mis secretos habían sido revelados al mundo... la pregunta era cómo fluir en un mundo que sabe todo sobre mi... no, no lo era... esa no era la pregunta... la pregunta era donde estaba ella... a donde fue, donde corrió, por qué escapó, yo corría... muchísima gente me miraba y se reía, señalaban, murmuraban... y la vi.
El banco de la plaza de siempre jamás se vio tan ajeno, ella no levantaba la mirada, no podía ser la vergüenza, no, ella no era así. Caminé hasta ella, la gente se detuvo a mirar, siempre se detienen a mirar, y ahí estaba yo, y ahí estaba ella, y ahí estaba todo el mundo y me miró, a los ojos ella me miró... y lo entendí, "vos no me amas" me dijo, ella tenía razón.

1 comentario: